Ayer hace un año la comunidad escultista española perdió cuatro hermanos en un lamentable accidente de carretera. Sus familias y amigos les recordaron en una misa aun con la tristeza que produce tan lamentable perdida. Hoy todos ellos están en compañía del Creador en el campamento final.
Era un Domingo de Pascua, en torno a las siete de la tarde. El grupo de Scouts de Pumarín regresaba a Gijón tras pasar los cuatro días de Semana Santa en un campamento de León.
Estas pasadas fiestas los jóvenes scouts volvieron al campamento, aunque sin abandonar el recuerdo de sus cuatro compañeros. Verónica, monitora, llevaba muchos años participando en las actividades y Carmen, pese a haber superado la edad (tenía 19 años), seguía yendo a los campamentos. Kevin era uno de los más pequeños del grupo y luchaba por conseguir su pañuelo. Alejandro pertenecía desde hacía años a los scouts y, junto a ellos, había crecido y pasado sus mejores vivencias.
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